La pera tiene un alto contenido en agua y bajo aporte energético.
Los hidratos de carbono son el segundo componente mayoritario de la pera tras el agua. Aporta fibra y pequeñas cantidades de proteínas y lípidos.
Tiene una elevada composición en minerales entre los que podemos encontrar calcio, magnesio y potasio, además de unas cantidades más reducidas de azufre, óxido de hierro y ácidos fosfórico y silícico. Es ideal para los hipertensos o personas con edemas por su contenido elevado en potasio y bajo en sal.
Entre las vitaminas de la pera destacan las del tipo A, C y pequeñas cantidades del tipo B.
Es rica en azúcar natural lo que la convierte en una excelente y sana fuente de energía. Su consumo es recomendado para los diabéticos ya que ayuda a mantener el nivel de azúcar en sangre.
Contiene mucha pectina, lo que alivia las digestiones pesadas.
Suelen ser recomendadas a la hora de destetar a los bebés y es que tienen un sabor muy suave y raramente provocan alergias.